miércoles, 30 de marzo de 2011

Los 11 pasos

Primero contigo mismo.
Sólo cuando estás bien contigo mismo puedes estar bien con los demás

Manejar la soledad 
Sólo cuando manejas tu soledad puedes manejar una relación.

Sólo se da lo que se tiene.
Necesitas valorarte para valorar, quererte para querer, respetarte para respetar y aceptarte para aceptar, porque nadie puede dar lo que no tiene.

Paz interior.
Ninguna relación te dará la paz que tú mismo no crees en tu interior.

Fantasía que genera frustración.
Pretender que otra persona nos haga felices y llene todas nuestras expectativas es una fantasía que sólo trae frustraciones.

Autonomía.
Ninguna relación te brindará felicidad que tú mismo no construyas.

Autosuficiencia.
Sólo podrás ser feliz con otra persona cuando bien convencido seas capaz de decirle: "No te necesito para ser feliz".

Independencia
Sólo podrás amar siendo independiente hasta el punto de no tener que manipular ni manejar a los que dices querer.

Requerimientos.
Para amar necesitas una humilde autosuficiencia,  autoestima y la práctica de una libertad responsable.

Autoestima y madurez.
Ámate a ti mismo madura y el día que puedas decirle a esa otra persona "Sin ti me la paso bien" ese día estarás preparado para vivir en pareja.

Compartir.
Dos personas que vivan en pareja podrán ser felices sólo cuando se hayan unido para compartir su felicidad no para hacerse felices la  una a la otra.

Conclusión:

"Dos personas se aman únicamente cuando son capaces de vivir la una sin la otra pero deciden vivir juntas"

Algunas cosas que aprendí en la vida

Que sin importar lo buena que sea una persona, ella te va a herir de vez en cuando y tú habrás de perdonarla.

Que lleva años ganar la confianza de alguien y unos pocos segundos destruirla.

Que no tendremos que cambiar de amigos si comprendemos que los amigos cambian.

Que las circunstancias y el ambiente tienen influencia sobre nosotros, pero que nosotros somos responsables de nosotros mismos.

Que o tú controlas tus actos, o ellos te controlan a ti.

Aprendí que héroes son aquellas personas que hacen lo que tienen que hacer y saben enfrentar las consecuencias.

Que la paciencia requiere de mucha práctica.

Que existen personas que nos aman, pero que sencillamente no saben cómo demostrarlo.

Que algunas veces la persona que crees que te va a dar el golpe de gracia cuando estés caído, será una de las pocas que te ayuden a ponerte de pie.

Que sólo porque una persona no te ama como tú quieres, no significa que no te ama lo mejor que puede.

Que nunca se debe decir a un niño que los sueños son tonterías: sería una tragedia que creyeran tal cosa.

Que no siempre basta con que otros nos perdonen.

La mayoría de las veces tenemos que perdonarnos a nosotros mismos.

Que no importa en cuántos pedazos se nos haya roto el corazón; el mundo no se detiene a esperar que lo compongamos.”

martes, 29 de marzo de 2011

Soñar y realizar

Soñar es subir muy alto… y luego quedar en el vacío.

Realizar es quedar a ras de tierra y luego perpetuarse en una obra.

Soñar es llegar a las nubes, y tocar copos de nieve que luego se evaporan.

Realizar es llegar a los hombres y tocar heridas que luego son cicatrices.

Soñar es remontarse atraídos por tanto azul, y bajar sin tonalidad clara y definidad.

Realizar es hundirse atraídos por tanto dolor… y encontrarse las manos llenas de cosas positivas.

Soñar es querer recorrer otras regiones, en una forma etérea.

Realizar es querer ahondar en uno mismo, en una forma real.

Soñar es perseguir un lucero para nosotros.

Realizar es repartir chispas de luz en los demás.

Soñar es mirar cómo se ilumina el cielo…y apagarnos.

Realizar, es palpar cómo se oscurece la tierra y encendernos.

Soñar es pretender encontrar a Dios, abandonando a los hombres.

Realizar es pretender abrazar a los hombres para poseer a Dios.

Soñar es abrir los ojos para que llegue el rocío.

Realizar es cerrar los párpados para ocultar una lágrima.

Soñar es divagar, perderse en lo que quisiéramos vivir.

Realizar es encontrarse y laborar con lo que tenemos que vivir, aunque no nos guste tanto.

Soñar es ver salir la luna tendidos en la arena.

Realizar es ver despuntar el sol inclinados en el surco.

Soñar es encontrar la semilla, sin saber dónde plantarla.

Realizar es fecundarlo todo y conocer muchos huecos por llenar.

Soñar es evadir este mundo para buscar otro.

Realizar es crear otro para suplir éste.

Soñar es poder bosquejar.

Realizar es poder esculpir.

Soñar es flotar en el cielo.

Realizar es navegar en el mar.

Soñar es acariciar una idea.

Realizar es besar una cruz.

Soñar es bueno, es la concepción, el inicio, el germen.

Pero realizar es su complemento, su continuidad y su culminación.

No lo olvides.

Y cuando sueñes, empieza a realizar...

Los tres leones

En la selva vivían tres leones

Un día el mono, el representante electo por los animales, convocó a una reunión para pedirles una toma de decisión: -Todos nosotros sabemos que el león es el rey de los animales, pero para una gran duda en la selva: existen tres leones y los tres son muy fuertes.

¿A cuál de ellos debemos rendir obediencia?

¿Cuál de ellos deberá ser nuestro Rey?

Los leones supieron de la reunión y comentaron entre si: -Es verdad, la preocupación de los animales tiene mucho sentido. Una selva no puede tener tres reyes. Luchar entre nosotros no queremos ya que somos muy amigos...

Necesitamos saber cual será el elegido, pero, ¿Cómo descubrirlo?.

Otra vez los animales se reunieron y después de mucho deliberar, le comunicaron a los tres leones la decisión tomada: -Encontramos una solución muy simple para el problema, y decidimos que ustedes tres van a escalar la Montaña Difícil,

El que llegue primero a la cima será consagrado nuestro Rey. La Montaña Difícil era la más alta de toda la selva.

El desafío fue aceptado y todos los animales se reunieron para asistir a la gran escalada.

El primer león intentó escalar y no pudo llegar.

El segundo empezó con todas las ganas, pero, también fue derrotado.

El tercer león tampoco lo pudo conseguir y bajó derrotado.

Los animales estaban impacientes y curiosos; si los tres fueron derrotados. ¿Cómo elegirían un rey?

En este momento, un águila, grande en edad y en sabiduría, pidió la palabra: -¡Yo sé quien debe ser el rey!

Todos los animales hicieron silencio y la miraron con gran expectativa.

-¿Cómo?, preguntaron todos.

-Es simple... dijo el águila.

Yo estaba volando bien cerca de ellos y cuando volvían derrotados en su escalada por la Montaña Difícil escuché lo que cada uno dijo a la Montaña.

El primer león dijo: - ¡Montaña, me has vencido!

El segundo león dijo: - ¡Montaña, me has vencido!

El tercer león dijo: - ¡Montaña, me has vencido, por ahora!

Pero ya llegaste a tu tamaño final y yo todavía estoy creciendo.

La diferencia, completó el águila, es que el tercer león tuvo una actitud de vencedor cuando sintió la derrota en aquel momento, pero no desistió y quien piensa así, su persona es más grande que su problema: él es el rey de si mismo, y está preparado para ser rey de los demás.

Los animales aplaudieron entusiasmadamente al tercer león que fue coronado El Rey de los Animales.

Moraleja: No tiene mucha importancia el tamaño de las dificultades o situaciones que tengas. Tus problemas, por lo menos la mayor parte de las veces, ya llegaron al nivel máximo, pero no tú. Tú todavía estás creciendo y eres más grande que todos tus problemas juntos. Todavía no llegaste al límite de tu potencial y de tu excelencia.

La Montaña de las Dificultades tiene un tamaño fijo, limitado.

¡Tu todavía estas Creciendo!

lunes, 28 de marzo de 2011

Atraemos lo que tememos

Como las cosas que más amamos y más tememos tienden a ocupar nuestros pensamientos gran parte del tiempo,  atraemos justamente esas cosas.

¿Alguna vez has echado a perder completamente una nueva muda de ropa la primera vez que te la pusiste?

Justo cuando pensabas: "No quiero ensuciar esta camisa nueva tan bonita",  y tu bolígrafo empezaba a chorrear tinta dentro del bolsillo superior.

¿Cuántas veces has escuchado a alguien decir:  "En los últimos doce años que tuve mi viejo auto no le hice ni un raspón;  pero en cuanto me entregaron mi primer auto nuevo, me empezaron a chocar".?

Incluso si decimos "no quiero que pase tal cosa", gravitaremos justamente a eso.

Nuestra mente no puede desplazarse en sentido negativo con respecto a las cosas, no puede hacer más que moverse hacia ellas.

¿Alguna vez se te ocurrió pensar,  en vísperas de un evento especial o de una fiesta:”Espero no enfermarme porque esto no me lo quiero perder"?  Al final resultó que te enfermaste y te lo perdiste ¿no es cierto?

Estos mismos principios se manifiestan en la pobreza, la mala salud y en su trabajo. Si no paramos de comentar, pensar y leer acerca de "cosas malas",  gravitaremos subconscientemente hacia ellas;

La gente de éxito se desplaza hacia el éxito.

Los fracasados tratan de escapar del fracaso.

El más importante principio mental que puede transformar a los perdedores en triunfadores es concentrarse en lo que uno quiere; sin embargo, vivimos hablando en negativo, quejándonos de lo que no tenemos y hablando de lo que queremos evitar.

Es el «Yo puedo» y no el «No puedo», pues al cerebro no le importa lo que sigue después del 'no', él entiende que es 'no'.

Eso es un callejón sin salida, debemos concentrarnos en lo que queremos lograr a nivel personal.

Cuando tememos perder algo, nos ponemos en posición de perderlo.

Estas leyes obran con el mismo poder en nuestras relaciones amorosas.

Cuando tememos perder el amor de alguien, de inmediato nos ponemos en peligro de perderlo.

La moraleja es:

"concéntrate en lo que tienes y disfrútalo, no pienses en perder lo que posees".

Enfoca tu atención en lo que deseas; si dejas que tus temores te obsesionen, éstos te abrumaran.

En realidad, el principio de atraer lo que se teme es hermoso; implica el reto de enfrentar nuestros miedos y mediante ellos superarnos.

¿Cómo podremos crecer si las cosas que tememos se alejan de nosotros?

¿Cómo desarrollarnos si nunca nos enfrentamos con lo que nos produce temor?

Las leyes universales nos demuestran que podemos vivir perfectamente sin aquello que tanto tememos perder.

Debemos aprender a disfrutar lo que tenemos y dejar de pensar y sufrir por lo que no tenemos.

Debemos vivir el presente.

martes, 22 de marzo de 2011

Vale la pena

Vale la pena... cada espina, cada rosa... cada lágrima que riega lo que florecerá en sonrisa... porque la Vida es maravillosa por ella misma... no importan las penas no importa el desamor... porque pasa... todo pasa y el sol vuelve a brillar...

Hay momentos que sentimos que todo esta mal, que nuestras vidas se hunden en un abismo tan profundo, que no se alcanza a ver ni un pequeño resquicio por el que pase la luz.

En esos momentos debemos tomar todo nuestro amor, nuestro coraje, nuestros sentimientos, nuestra fuerza y luchar por salir adelante.

Muchas veces nos hemos preguntado si vale la pena entusiasmarnos de nuevo, y solo puedo contestar una cosa: Hagamos que nuestra vida valga la pena.

Vale la pena sufrir, porque he aprendido a amar con todo el corazón.

 Vale la pena entregar todo, porque cada sonrisa y lágrima son sinceras.

 Vale la pena agachar la cabeza y bajar las manos, porque al levantarlas seré más fuerte de corazón.

Vale la pena una lágrima, porque es el filtro de mis sentimientos, a través de ella me reconozco frágil y me muestro tal cual soy.

Vale la pena cometer errores, porque me da mayor experiencia y objetividad.

Vale la pena volver a levantar la cabeza, porque una sola mirada puede llenar ese espacio vacío.

Vale la pena volver a sonreír, porque eso demuestra que he aprendido algo más.

Vale la pena acordarme de todas las cosas malas que me han pasado, porque ellas forjaron lo que soy el día de hoy.

Vale la pena voltear hacia atrás, porque así se que he dejado huella en los demás.

Vale la pena vivir, porque cada minuto que pasa es una oportunidad de volver a empezar.

Todo esto son solo palabras, letras entrelazadas con el único fin de dar una idea. Lo demás, depende de cada uno de nosotros.

Dejemos que nuestras acciones hablen por nosotros.

Hagamos que nuestra vida valga la pena.

Seamos Felices...

¿Verdad que vale la pena

Vale la pena... cada espina, cada rosa... cada lágrima que riega lo que florecerá en sonrisa... porque la Vida es maravillosa por ella misma... no importan las penas no importa el desamor... porque pasa... todo pasa y el sol vuelve a brillar...

Hay momentos que sentimos que todo esta mal, que nuestras vidas se hunden en un abismo tan profundo, que no se alcanza a ver ni un pequeño resquicio por el que pase la luz.

En esos momentos debemos tomar todo nuestro amor, nuestro coraje, nuestros sentimientos, nuestra fuerza y luchar por salir adelante.

Muchas veces nos hemos preguntado si vale la pena entusiasmarnos de nuevo, y solo puedo contestar una cosa: Hagamos que nuestra vida valga la pena.

Vale la pena sufrir, porque he aprendido a amar con todo el corazón.

 Vale la pena entregar todo, porque cada sonrisa y lágrima son sinceras.

 Vale la pena agachar la cabeza y bajar las manos, porque al levantarlas seré más fuerte de corazón.

Vale la pena una lágrima, porque es el filtro de mis sentimientos, a través de ella me reconozco frágil y me muestro tal cual soy.

Vale la pena cometer errores, porque me da mayor experiencia y objetividad.

Vale la pena volver a levantar la cabeza, porque una sola mirada puede llenar ese espacio vacío.

Vale la pena volver a sonreír, porque eso demuestra que he aprendido algo más.

Vale la pena acordarme de todas las cosas malas que me han pasado, porque ellas forjaron lo que soy el día de hoy.

Vale la pena voltear hacia atrás, porque así se que he dejado huella en los demás.

Vale la pena vivir, porque cada minuto que pasa es una oportunidad de volver a empezar.

Todo esto son solo palabras, letras entrelazadas con el único fin de dar una idea. Lo demás, depende de cada uno de nosotros.

Dejemos que nuestras acciones hablen por nosotros.

Hagamos que nuestra vida valga la pena.

Seamos Felices...

viernes, 18 de marzo de 2011

El silencio es...

La capacidad de pensar sin cabeza,
La capacidad de volar sin alas,
La capacidad de caminar sin pies,
La capacidad de observar sin perturbar,
La capacidad de escuchar sin interrumpir,
La capacidad de palpar sin crear incomodidad,
La capacidad de disfrutar la flor sin robarle su aroma,
y sobre todo la capacidad de entrar en ti y ver tu realidad.

La verdad de Dios sólo se puede conocer en absoluto silencio. No sólo el silencio de afuera es necesario, también el silencio interior.

Si al cerrar tus ojos tu mente está en silencio, la puerta está abierta para conocer la realidad que te anima a vivir.

Esa es la única realidad que llena tu alma de luz y claridad. Sin el silencio tu alma no tiene claridad, no tiene luz.

Sólo en profundo silencio podrás comprender lo que significa todo esto y sobre todo el estar vivo….

Frases célebres

Confía en el tiempo; es el más sabio de todos los consejeros.  Plutarco.

No hay mayor dolor que, en la miseria, acordarse del tiempo feliz.  Dante

Cuando leo que se asesinó a un hombre...quisiera ser analfabeto.  José Narosky.

No frecuentes las malas compañías, no sea que aumentes su número.  George Herbert.

La música es una revelación más alta que la filosofía.  Beethoven.

La sensibilidad pesa..., pero permite volar.  José Narosky.

No hay nada más bello que la alegría en un semblante viejo.  Richter.

La envidia es el adversario de los afortunados.  Epicteto.

Cada vez que la historia se repite, el precio se duplica.  Richards.

No dicen nada, no se besan, cambian silencio por silencio.  Octavio Paz.

La mejor manera de esperar, es ir al encuentro.  Manuel Trejo.

Sólo cumple con su deber, aquél que va más allá de su obligación.  Dr. Eugenio Semino.

Los deseos del joven muestran las virtudes futuras del hombre.  Cicerón.

Derechos iguales para todos.  Ningún privilegio... y por sobre todo, la ley.  Jefferson.

No se mide por su estatura la grandeza de un hombre.  Víctor Hugo.

Que la comida sea tu alimento y el alimento, tu medicina.  Hipócrates.

Quien da luz, ilumina su propia vida.  José Narosky

Una regla para el éxito

Cada vez que se cometa un error o se haya sido abatido por la vida, no hay que quedarse demasiado tiempo pensando en ello.

Los errores son la forma en que la vida le enseña a uno.
La capacidad de cometer errores ocasionalmente es inseparable de la capacidad de lograr las propias metas.  Nadie gana de todas, todos, y las fallas que se tienen, cuando ocurren, son simplemente parte del propio crecimiento.  Hay que sacudirse los errores.
¿Cómo podría uno conocer sus límites sin una falla ocasional?
Nunca hay que rendirse.  Ya llegará el turno de uno.

A lo largo de los siglos ha resonado una de las grandes verdades menos entendida y,
sin embargo, sólo los sabios toman en cuenta su consejo.
Si se quiere tener éxito, hay que aprender a vivir con el fracaso.
El fracaso nos proporciona más sabiduría que el éxito.  Si usted me muestra una
persona que nunca ha tropezado, que nunca ha tenido dificultades en su empleo
y nunca ha cometido un error, yo le mostraré que es una persona con un futuro muy sombrío.

Los errores, los desaciertos, las derrotas, son inevitables en esta vida rudimentaria
pero efectiva; sin embargo, si dejamos que eso nos vuelva miedosos, de tal
manera que cuando nos abaten dudamos en volver a intentarlo, nos estamos
condenando a una vida de arrepentimiento.  Las mejores lecciones que podemos llegar
a aprender provienen de nuestros errores y fracasos.

Derrota: ¿Qué es eso? Nadamás un poco de educación, nadamás el primer paso hacia
algo mejor.
Las únicas personas que nunca fracasan son quienes nunca, pero nunca, intentan.

Con mucha frecuencia, se sobrestima el valor de la experiencia... y eso puede ser muy
dañino si impide que uno vuelva a intentar algo después de haberse lastimado.
Hay un antiguo proverbio escandinavo que es una maravilla:
"El viento del norte hizo a los vokingos".

El viento del norte puede hacer maravillas por usted también, amigo lector.
Hay que recordar que hasta las vidas de más éxito contienen capítulos
de fracaso, exactamente como ocurre en toda buena novela, pero la forma en que termine
el libro depende de nosotros.
Somos los autores de nuestros años, y nuestros fracasos y derrotas sólo son pasos
hacia algo mejor.

                       Og Mandino

El florero de porcelana

El gran maestro y el guardián dividían la administración de un monasterio Zen.
Cierto día, el guardián murió y fue preciso substituirlo.
El gran maestro reunió a todos los discípulos para escoger, quien tendría la honra de trabajar directamente a su lado.
"Voy a presentarles un problema y aquel que lo resuelva primero, ser el nuevo guardián del templo."
Termino su corto discurso, coloco un banquito en  el centro de la sala.
Encima estaba un florero de porcelana carísimo, con una rosa roja que lo decoraba.
"Este es el problema" dijo el maestro.
Los discípulos contemplaban perplejos, por lo que veían; lo diseños sofisticados y raros de la porcelana, la frescura y la elegancia de la flor.
¿Qué representaba aquello?
¿Qué hacer?
¿Cuál seria el enigma?
Después de algunos minutos, uno de los discípulos  se levanto, le miro al maestro y a los alumnos, camino resolutamente hasta el florero y lo tiro al suelo destruyéndolo.
"UD. es el nuevo guardián".
Al volver a su lugar el alumno el gran maestro se explico: "Un problema es un problema"; puede ser un florero de porcelana muy caro, un lindo amor que ya no tiene sentido, un camino que precisa ser abandonado- por más que insistimos en recorrerlo porque nos trae confort.
"Solo existe una manera de lidiar con un problema": atacándolo de frente.
En esas horas, no se puede tener piedad, ni ser tentado por el lado fascinante que cualquier conflicto acarrea consigo.
Paulo Coelho

jueves, 17 de marzo de 2011

Sonríele a la vida

Atraviesa cada obstáculo por más duro que sea, porque lo más importante en tu vida es llegar a cumplir tu sueño. Disfruta cada amanecer, porque cada cosa en este mundo es única e irrepetible.

Escucha siempre a tu corazón: él siempre tomará el camino que verdaderamente te corresponde.

No te detengas hasta tener en tus manos tu sueño, intenta ver lo mejor de cada cosa y sonríele a todos tus errores.

Imagina la vida dividida en cinco maneras: el trabajo, la familia, la salud, los amigos, y el espíritu.

Te darás cuenta que el trabajo es como una bola de goma, que si se cae, rebota.

Pero las otras cuatro formas: familia, salud, amigos, y espíritu, son de vidrio: si se deja caer una de ellas, va a quedar irrevocablemente dañada, rayada, rajada, o rota.

Nunca volverán a ser las mismas. Compréndelo y busca un equilibrio en la vida; ¿cómo?, No disminuyas tu propio valor comparándote con otros: Porque somos todos diferentes, porque cada uno es especial.

No fijes tus propios objetivos en razón de lo que otros consideran importante.

Solo tú estás en condiciones de elegir lo mejor para ti.

No des por supuestas las cosas más queridas de tu corazón: apégate a ellas como a la vida misma, porque sin ellas la vida carece de sentido.

No dejes que la vida se te escurra entre los dedos para vivir en el pasado o para el futuro.

Nunca abandones cuando todavía seas capaz de otro esfuerzo más.

Nada termina hasta el momento en que uno deja de intentarlo.

No excluyas de tu vida al amor, diciendo que no lo puedes encontrar: la mejor forma de recibir amor, es dándolo.


No olvides que la mayor necesidad emocional de una persona es sentirse apreciado.

No uses imprudentemente el tiempo y las palabras, porque nunca los podrás recuperar.

La vida no es una carrera, sino un viaje que debe ser disfrutado a cada paso, a cada instante.

El ayer es historia, el mañana es misterio, y el hoy es un regalo: por esa razón es que se le llama “Presente”.


El cómo disfrutes el presente, depende de ti mismo.

He aprendido ...

He aprendido...que Dios no hizo todo en un solo día...

¿que me  hace pensar que yo puedo?


He aprendido...que ignorar lo hecho... no cambia los hechos.


He aprendido...que es el amor, no el tiempo...

el que cura  todas las heridas.


He aprendido...que cada persona a la que conoces,

merece ser  obsequiada con una sonrisa.


He aprendido...que nadie es perfecto...

hasta que te enamoras  de alguien.


He aprendido...que las oportunidades nunca se pierden,

alguien  más tomara aquella que tu dejaste pasar.


He aprendido...que uno debe decir palabras suaves y tiernas,

porque más adelante puedes tener que tragártelas.


He aprendido...que una sonrisa, es la manera más barata

de  lucir mucho mejor...


He aprendido...que no puedo elegir cómo me siento,

pero puedo elegir que hago con respecto a eso.


He aprendido...que todos quieren estar en la cima de la  montaña,

pero que toda la felicidad y experiencias agradables,

suceden mientras  se escala hacia ella.


He aprendido...que estamos rodeados de muy buenas amistades,

que hay que cultivarlas y nunca dejarlas morir!!!

La felicidad

¡La felicidad es un trayecto, no un destino!

¿ Miedo a pensar ?

Desde el perfeccionamiento de la imprenta, la información ha crecido  a pasos agigantados. De una época en la que sólo los más afortunados podían adquirir conocimiento, porque los libros manuscritos eran sumamente aristocratizados, pues el elevado costo de tenerlos mantenía a una clase siempre por encima de los demás, hemos llegado al tiempo en que la cantidad de saber que cada día explota a nuestro alrededor es tan alta, que lo que producimos en una semana podría tomarnos la vida entera para asimilarlo. Claro, esa es sólo una apreciación perceptual, no un dato estadístico.


El hecho real es que la Internet, junto con la abrumadora cantidad de libros que se publican cada año, nos ha puesto en una situación en la que es preciso tener un nivel de madurez capaz de utilizar la información que tenemos a la mano para desarrollarnos, es decir, para acrecentar nuestra calidad personal, para afianzarnos concienzudamente a los principios de la excelencia que rigen el desarrollo humano.



El problema de la ignorancia.

Pese a eso, a la disponibilidad de saberes, nuestra sociedad sigue una senda diferente de la que podría esperarse, porque aunque hay muchos teniendo éxito en la vida personal y profesional, la relación entre estos y los que podrían ser si aprovecháramos todas las herramientas que la tecnologización de la vida ha puesto a nuestro alcance, no tiene paralelo, ya que todavía existe una gran cantidad de población que, sea por omisión o porque se ven coaccionados, están constantemente limitados a aceptar sin más los conceptos generalizados, que no siempre son los más elevados para seguir.



Pero que los recursos se les quiten a las personas, aunque es un problema grave, sólo sirve para poner de relieve que el mayor desafío que enfrentamos en el mundo, es que los que tienen la facilidad de ampliar su contexto personal, lo vean como una mera opción entre tantas otras, como algo que pertenece al tiempo del ocio y no al del desafiante mundo de las competencias. La omisión, más que cualquier otra cosa, puede desbaratar las relaciones, los planes, el éxito (entendido como el hecho de trabajar constantemente en dirección de los sueños), y hasta las civilizaciones. Después de todo, quién que haya dejado de cumplir con su propósito en la vida perdurará como un benefactor de la humanidad.



La ignorancia, entonces, se vuelve un problema de temor, es decir, tenerle miedo a que el adquirir conocimiento (pensar), pueda trastornar nuestro cómodo estilo de vida, tan ajetreado con la modernidad, tan acelerado, que no nos permite tomarnos el tiempo de escoger un buen libro, o leer un buen artículo en la red, porque eso nos impulsaría inevitablemente al cambio; pues, de no cambiar, entonces nuestro interior se desgarraría entre el saber qué hacer y no hacerlo.



Bien lo dijo Bertrand Russel: “Los hombres temen al pensamiento más de lo que temen a cualquier otra cosa del mundo; más que la ruina, incluso más que la muerte. El pensamiento es subversivo y revolucionario, destructivo y terrible. El pensamiento es despiadado con los privilegios, las instituciones establecidas y las costumbres cómodas; el pensamiento es anárquico y fuera de la ley, indiferente a la autoridad, descuidado con la sabiduría del pasado. Pero si el pensamiento ha de ser posesión de muchos, no el privilegio de unos cuantos, tenemos que habérnoslas con el miedo. Es el miedo el que detiene al hombre, miedo de que sus creencias entrañables no vayan a resultar ilusiones, miedo de que las instituciones con las que vive no vayan a resultar dañinas, miedo de que ellos mismos no vayan a resultar menos dignos de respeto de lo que habían supuesto”.



El desafío de pensar.

 Pero vivimos en la era de la información y las redes sociales, así que tenemos un desafío mayor que el de cualquier otra generación que nos haya precedido. Si hemos de ser hombres y mujeres de excelencia, si vamos a vivir a la altura de los principios que rigen la calidad de vida, la salud y el desarrollo, debemos pensar, sobre lo que vemos, leemos, oímos, etc., sin permitir que la información nos ahogue sin más, pues en última instancia somos nosotros los que elegimos. Y al escoger, mediante la reflexión concienzuda y la práctica de la lectura, iremos encontrando nuestro propio camino, ese que funde sueños, habilidades y contextos, y que al final hará la diferencia entre haber pasado por la vida, sin hacer nada memorable, o haber vivido, siempre en busca de la excelencia personal, familiar y social, según hayamos descubierto nuestra propia vocación.



Pensar no es un acto inconsciente, al menos pensar en nuestro propio desarrollo no lo es. Pensar es establecer altos estándares para mí, como individuo, y luego vivirlos de tal manera que a mi alrededor, otros se vean influido, no a hacer lo que yo hago, sino a elevarse de la trampa de la mediocridad y disfrutar de la vida al máximo, en busca de los siempre adelantados ideales.

El secreto de ser feliz

A ti te enseñaré el secreto de ser feliz". Ven conmigo y presta mucha atención. En realidad son dos cofres en donde guardo el secreto para ser feliz y estos son mi mente y mi corazón, y el gran secreto no es otro que una serie de pasos que debes seguir a lo largo de la vida.


El primer paso, es saber que existe la presencia de Dios en todas las cosas de la vida y por lo tanto, debes AMARLO y darle GRACIAS por todas las cosas que tienes.


El segundo paso, es que debes quererte a ti mismo y todos los días al levantarte y al acostarte, debes afirmar: YO SOY IMPORTANTE, YO VALGO, YO SOY CAPAZ, SOY INTELIGENTE, SOY CARIÑOSO, ESPERO MUCHO DE MI, NO HAY OBSTÁCULO QUE NO PUEDA VENCER. Este paso se llama autoestima alta.


El tercer paso, es que debes poner en practica todo lo que dices que eres, es decir, si piensas que eres inteligente, ACTÚA INTELIGENTEMENTE; si piensas que eres capaz, HAZ LO QUE TE PROPONES; si piensas que eres cariñoso, EXPRESA TU CARIÑO; si piensas que no hay obstáculos que no puedas vencer, entonces proponte metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas, este paso se llama motivación.


El cuarto paso, es que NO DEBES ENVIDIAR a nadie por lo que tiene o por lo que es, ellos alcanzaron su meta, logra las tuyas.


El quinto paso, es que NO DEBES ALBERGAR EN TU CORAZO RENCOR HACIA NADIE; ese sentimiento no te dejara ser feliz; deja que las leyes de Dios hagan justicia y tu PERDONA Y OLVIDA.


El sexto paso, es que no debes tomar las cosas que no te pertenecen, recuerda que de acuerdo a las leyes de la naturaleza, mañana te quitaran algo de más valor.


El séptimo paso, es que no debes maltratar a nadie; todos los seres del mundo tenemos derecho a que se nos respete y se nos quiera.


Y por ultimo, levántate siempre con una SONRISA en los labios, observa a tu alrededor y descubre en todas las cosas el lado bueno y bonito; piensa en lo afortunado que eres al tener todo lo que tienes; ayuda a los demás, sin pensar que vas a recibir nada a cambio; mira a las personas y descubre en ellas sus cualidades y dales también a ellos el secreto de para ser triunfador y que de esta manera, PUEDAN SER FELICES. APLICA ESTOS PASOS Y VERAS... QUE FÁCIL ¡¡¡¡¡¡ES SER FELIZ!!!!!!!

miércoles, 16 de marzo de 2011

El valor de ser lo que eres

¿Cuántas veces has escuchado decir: "Sigamos las reglas. Es mejor no arriesgarse."? ¿Cuántos padres han predicado a sus hijos la importancia de no hacerse notar, de no sobresalir, de no diferenciarse del montón? ¿Qué habrán opinado esos hijos cuando, luego de aplicar esos sabios consejos, los resultados han sido lo contrario de lo esperado? Seguramente que, en ese momento, no habrán estado de acuerdo con la idea de que si uno hace siempre lo correcto, lo que se espera de uno, nunca tendrá nada de que arrepentirse.

Lamentablemente, la vida no es tan fácil como para que una regla o un conjunto de reglas te pueda asegurar que todo irá bien en tu vida y que nunca tendrás que lamentarte de algo que hiciste. Puedes equivocarte tanto siguiendo las reglas como dejando de hacerlo. ¿Qué quiere decir seguir las reglas? Significa hacer lo que los demás esperan que hagas. Los demás pueden ser tus padres, tus amigos, tus maestros, cualquier persona que tenga algo que opinar sobre lo que haces o dejas de hacer. La sociedad, en general, espera de ti un determinado comportamiento, ya que eso precisamente significa vivir en sociedad: atenerse a un conjunto de reglas, las de la sociedad en que vivimos.

Existen personas que se limitan a vivir según lo que la sociedad espera de ellas; existen otras que solamente obedecen a su voluntad y no les interesa lo que puedan pensar los otros. Entre ambos extremos se encuentra la posición más adecuada para la mayoría de nosotros. Si queremos extraer más felicidad de la vida, tenemos que tener en cuenta nuestros propios deseos y necesidades, no solamente los de los demás. Por otro lado, solamente contadas personas pueden soportar enfrentarse a la sociedad y sacar algún beneficio de ello.

El hombre es un animal gregario, no está destinado a vivir en soledad. Cuando eras aún un bebé, no tenías conciencia de la separación entre tú y el resto del mundo. Luego, poco a poco, comenzaste a darte cuenta de que tu madre no formaba parte de ti y que no podías lograr siempre que hiciera lo que tú querías. En ese momento fue cuando comenzó la oposición entre tu individualidad y la sociedad, representada por tu madre o quien sea que se ocupara de ti. Durante todo tu crecimiento biológico se fue llevando a cabo un proceso de socialización, en el cual tu individualidad libró una batalla contra las expectativas de aquellos que te rodeaban.

Del resultado de esa batalla solamente tú puedes opinar, decir si fue bueno o malo. Existen personas que son felices sin necesidad de decidir por su cuenta, haciendo en todo momento lo que los otros les dicen que hagan. Comentarios como "Los chicos buenos hacen esto" o "Las chicas decentes no hacen tal otro", van guiando los pasos del joven en desarrollo y lo van llevando por el camino que sus padres y educadores han trazado para él.

Llegado el momento de elegir una carrera o un oficio, muchos son los que, por falta de una vocación definida, terminan eligiendo lo que los otros les dicen que es lo más conveniente. Lo mismo ocurre a la hora de elegir pareja y en otros momentos menos trascendentes de la vida. Si esto para ti ha funcionado bien, es decir, te ha conducido a una vida todo lo feliz que es razonable esperar, no hay razón para que cambies la manera en que te has venido manejando.

Si, en cambio, opinas que la vida no te ha dado toda la felicidad de la que serías merecedor, sería conveniente que revises las decisiones que has tomado y en qué medida lo que los otros esperaban de ti ha influido en el rumbo que has tomado. Muchas veces la buena voluntad de los que nos aconsejan no es suficiente para lograr nuestra felicidad. Una exploración profunda de tus verdaderas necesidades puede ser indispensable para saber cuál es el camino que te conviene seguir.

El conocimiento de qué es lo que realmente deseas puede ser necesario para que tu vida sea más feliz de lo que es ahora, pero no es lo único que te hará falta. Además debes tener el valor para enfrentarte con lo que lo que los otros puedan pensar que es más conveniente para ti. Cuando de niño no se ha tenido el apoyo de unos padres que le hayan alentado a uno a tomar sus propias decisiones, el proceso puede ser bastante doloroso.

Cada vez que se tiene que tomar una decisión, y sobre todo cuando es una importante, el miedo a equivocarse hace presa de la persona. ¿Y qué pasa si elegimos la opción incorrecta? Esto es lo que todos nos preguntamos en el momento de tener que elegir. La verdad es que, en la mayoría de las decisiones que hacen a nuestra vida, nadie nos puede asegurar que nunca nos hemos de equivocar. Ello es así sencillamente porque son muchos los factores que entran en juego y nunca se puede tener seguridad sobre todos ellos.

La libertad de poder elegir tiene el precio de que podemos equivocarnos, pero esto no debe impedirnos decidir por nuestra cuenta habiendo hecho primero un cuidadoso estudio de todos los factores involucrados. No debes temer a equivocarte y no debes sentirte culpable si luego resulta que no elegiste la mejor opción, suponiendo siempre que lo hayas hecho a conciencia y después de haber pensado suficientemente lo que ibas a hacer.

¿Que clase de ser humano soy?

¿Menuda pregunta verdad?

- La del vaso, que retiene y que no da nada.

- La del canal, que da y no retiene.

- La de la fuente, que crea, retiene y da.


Y entonces comprendí que, hay seres humanos-vaso, cuya única ocupación es almacenar virtudes, ciencia y sabiduría, objetos y dinero. Son aquellos que creen saber todo lo que hay que saber; tener todo lo que hay que tener, y consideran su tarea terminada cuando han concluido su almacenamiento.

No pueden compartir su alegría, ni poner al servicio de los demás sus talentos, ni siquiera repartir sabiduría. Son extraordinariamente estériles; servidores de su egoísmo; carceleros de su propio potencial humano.

Por otro lado existen los seres humanos-canal, son aquellas que se pasan la vida haciendo y haciendo cosas. Su lema es: "producir, producir y producir". No están felices si no realizan muchas muchísimas actividades y todas de prisa, sin perder un minuto. Creen estar al servicio de los demás, fruto de su neurosis productiva, cuando en realidad su accionar es el único modo que tienen de calmar sus carencias; dan, dan y dan; pero no retienen. Siguen dando y se sienten vacíos.

Pero también podemos encontrar seres humanos- fuente, que son verdaderos manantiales de vida. Capaces de dar sin vaciarse, de regar sin decrecer, de ofrecer su agua sin quedarse secos. Son aquellos que nos salpican "gotitas" de amor, confianza y optimismo, iluminando con su reflejo nuestra propia vida.

Es bueno saber


Es bueno saber cuántas cosas buenas nos proponemos y deseamos, pero desafortunadamente, muy pocas nos esforzamos a alcanzar.
Es bueno saber que hay hombres de ciencia, pero es mejor que seamos hombres y mujeres de conciencia.
Es bueno saber lo que tenemos que hacer, pero es mejor hacer lo que debemos hacer.
Es bueno hacer planes y fijarse un propósito, pero es mejor llevarlos acabo.
Es bueno desear el éxito, pero es mejor realizar las cosas necesarias para lograrlo.
Es bueno hacer promesas, pero es mejor cumplirlas.
Es bueno tener dignidad, pero es mejor no pisar la de otros.
Es bueno tenerlo todo, pero es mejor compartir con el que no tiene nada.
Es bueno saberse amado y comprendido,  pero es mejor amar y comprender.
Es bueno procurar no fracasar,  pero es mejor ayudar al fracasado.
Es bueno buscar la verdad, pero es mejor hablar siempre con ella.

En la selva vivían tres leones


Un día el mono, el representante electo por los animales, convocó a una reunión para pedirles una toma de decisión: -Todos nosotros sabemos que el león es el rey de los animales, pero para una gran duda en la selva: existen tres leones y los tres son muy fuertes.
¿A cuál de ellos debemos rendir obediencia?
¿Cuál de ellos deberá ser nuestro Rey?
Los leones supieron de la reunión y comentaron entre si: -Es verdad, la preocupación de los animales tiene mucho sentido. Una selva no puede tener tres reyes. Luchar entre nosotros no queremos ya que somos muy amigos...
Necesitamos saber cual será el elegido, pero, ¿Cómo descubrirlo?.
Otra vez los animales se reunieron y después de mucho deliberar, le comunicaron a los tres leones la decisión tomada: -Encontramos una solución muy simple para el problema, y decidimos que ustedes tres van a escalar la Montaña Difícil,

El que llegue primero a la cima será consagrado nuestro Rey. La Montaña Difícil era la más alta de toda la selva.
El desafío fue aceptado y todos los animales se reunieron para asistir a la gran escalada.
El primer león intentó escalar y no pudo llegar.
El segundo empezó con todas las ganas, pero, también fue derrotado.
El tercer león tampoco lo pudo conseguir y bajó derrotado.
Los animales estaban impacientes y curiosos; si los tres fueron derrotados. ¿Cómo elegirían un rey?
En este momento, un águila, grande en edad y en sabiduría, pidió la palabra: -¡Yo sé quien debe ser el rey!
Todos los animales hicieron silencio y la miraron con gran expectativa.
-¿Cómo?, preguntaron todos.
-Es simple... dijo el águila.
Yo estaba volando bien cerca de ellos y cuando volvían derrotados en su escalada por la Montaña Difícil escuché lo que cada uno dijo a la Montaña.
El primer león dijo: - ¡Montaña, me has vencido!
El segundo león dijo: - ¡Montaña, me has vencido!
El tercer león dijo: - ¡Montaña, me has vencido, por ahora!
Pero ya llegaste a tu tamaño final y yo todavía estoy creciendo.
La diferencia, completó el águila, es que el tercer león tuvo una actitud de vencedor cuando sintió la derrota en aquel momento, pero no desistió y quien piensa así, su persona es más grande que su problema: él es el rey de si mismo, y está preparado para ser rey de los demás.
Los animales aplaudieron entusiasmadamente al tercer león que fue coronado El Rey de los Animales.
Moraleja: No tiene mucha importancia el tamaño de las dificultades o situaciones que tengas. Tus problemas, por lo menos la mayor parte de las veces, ya llegaron al nivel máximo, pero no tú. Tú todavía estás creciendo y eres más grande que todos tus problemas juntos. Todavía no llegaste al límite de tu potencial y de tu excelencia.
La Montaña de las Dificultades tiene un tamaño fijo, limitado.
¡Tu todavía estas Creciendo!

Fracaso


       FRACASO NO SIGNIFICA QUE SOMOS UNOS FRACASADOS
-        Significa que todavía no hemos tenido un buen éxito
       FRACASO NO SIGNIFICA QUE NO HEMOS LOGRADO NADA
-        Significa a que hemos aprendido algo
      FRACASO NO SIGNIFICA QUE HEMOS ACTUADO COMO NECIOS
-        Significa que hemos tenido mucha fe
      FRACASO NO SIGNIFICA QUE HEMOS SUFRIDO DESCREDITO
-        Significa que estuvimos dispuestos a probar
      FRACASO NO SIGNIFICA FALTA DE CAPACIDAD
-        Significa que debemos hacer las cosas de distinta manera
       FRACASO NO SIGNIFICA QUE SOMOS INFERIORES
-        Significa que no somos perfectos.
       FRACASO NO SIGNIFICA QUE HEMOS PERDIDO NUESTRA VIDA.
-        Significa que tenemos buenas razones para empezar de nuevo.
       FRACASO NO SIGNFICA QUE DEBEMOS ECHARNOS PARA ATRÁS.
-        Significa que tenemos que luchar con mayor fuerza
       FRACASO NO SIGNIFICA QUE JAMAS LOGRAREMOS NUETRAS METAS.
-        Significa que tardaremos un poco más en alcanzarlas.
       FRACASO NO SIGNIFICA QUE DIOS NOS HA ABANDONADO.
-        ¡Significa que DIOS tiene una idea mejor!
Anónimo

Vale más una flor

Aquel fiel criado aguantaba las impertinencias de su viejo patrón, por la promesa de que "estaba presente en su testamento". Así pasaron largos años, llenos de amarguras y vejaciones, soportadas con la esperanza de la herencia prometida. Cuando finalmente murió aquel hombre, y el testamento fue leído, el pobre sirviente descubrió que lo que su señor le había dejado era "el honor de, al morir, ser enterrado en el cementerio de la familia". Eso era todo. 


Pienso que el desilusionado hombre hubiera preferido quinientos dólares en vida, a todos los honores del mundo, después de muerto. Bien dice el dicho: "Vale más una flor para el que está vivo, que una corona completa para el que se ha ido".


Y hablando de flores, cuenta una leyenda persa, que el poeta Sadí, cuando en su juventud era esclavo, dio a su amo una hermosa rosa, acompañada de un sencillo poema: "Haz bien a tu siervo mientras puedas hacerlo, pues el tiempo para poder hacerlo es tan transitorio como la belleza de esta flor". 


Parece ser que esta hermosa verdad tocó el corazón del amo de tal manera, que le dio la libertad al que más tarde llegó a ser clásico de las letras persas. 


Y esa misma verdad debería movernos a usted y a mí. Hagamos el bien a quienes nos rodean, pues "el tiempo para hacerlo es tan transitorio como la belleza de una flor".


¿Puede usted regresar las agujas del reloj y hacer retornar el pasado? ¿Puede ir atrás en el tiempo y corregir el mal que haya hecho, o hacer el bien que no hizo? No, el ayer, para bien o para mal, ha quedado sepultado para siempre.


Pero tiene usted el día de hoy. ¿Se ha preguntado alguna vez por qué se le permite vivirlo? ¿Tendrá Dios un propósito específico que usted deba cumplir?


¿Será una oportunidad más de disfrutar de la vida y facilitar que los demás la disfruten también? Creo que hay una enorme sensatez en vivir el presente. Si ama a sus hijos, acarícielos hoy, mañana se habrán ido. Si ha de ayudar a un amigo, hágalo hoy, quizá mañana ya no lo necesite, ni usted pueda oírlo.


LO NEGATIVO: Decidirnos a actuar en beneficio de los demás, cuando ya no puedan disfrutarlo. 


LO POSITIVO: Comprender que si deseamos hacer el bien, hoy es el tiempo para hacerlo"

La Felicidad


Para algunos, felicidad es dinero en la cartera, cerveza en la heladera, ropa nueva en el armario.


Para otros, la felicidad representa un suceso, una carrera brillante, o simples hechos considerados importantes (aunque en la realidad carezcan de relevancia). 


Para otros tantos, ser feliz es conocer el mundo, tener un conocimiento profundo de las cosas del Cielo y de la Tierra.


Más, para mí ser feliz es diferente. Ser feliz es ser persona, es tener vida que como decía un poeta: "Es hermosa, es hermosa, es hermosa..." 


Felicidad es la familia reunida, es vivir sin llegada, sin partida; es soñar, es llorar, es sonreír...


Felicidad es vivir cercado de amor, es sembrar amistad, es el calor del abrazo de aquel amigo, que, a pesar de la distancia, le escuchas decir: "Aló" 


Ser feliz, es despertar a las cinco de la mañana, después de haberte acostado a las tres de la madrugada, sólo para dar una vuelta a la cama de tu hijo, nada más que para verlo dormir. 


Ser feliz es tener un cálido hogar, es la sencillez de una mesa, es un té caliente al desayuno, es la dulce melodía de un CD, para inspirar al corazón. 


Ser feliz es disfrutar del sol radiante, del frío congelante, de la lluvia o del temporal.


Ser feliz es brindar afecto a los demás (a todos los que se cruzan en tu camino). 


Ser feliz es hacer de la vida, una gran aventura, una mayor locura, un enorme placer.


Pero, ante todo, la verdadera Felicidad consiste en proceder bien, en todos tus actos. 


Es no tener nada de qué arrepentirte. Es no dañar nada, ni a nadie. 


Ser feliz es, exactamente, estar en paz contigo, y, por sobre todo: ¡muy unido a Dios! 
ANÓNIMO

Gandhi

No te detengas en lo malo que has hecho; camina en lo bueno que puedes hacer. Gandhi

Habla bajito


Habla Bajito... 
Alto debe ser el valor de tus ideas, 
No el volumen de tu voz...


El Mundo oye más a quien habla bajo, 
Mas piensa alto...


Mientras Hitler gritaba bastante,
Gandhi hablaba bajo. 
Chaplin hacia cine mudo, 
Cristo no levantaba la voz...


Habla bajito... 
Muestra que tu pensamiento


Camina más que tu voz...

LOS CUATRO ACUERDOS DE LA SABIDURÍA TOLTECA

1.- No supongas.
No des nada por supuesto.
Si tienes duda, aclárala.
Si sospechas, pregunta.
Suponer te hace inventar historias increíbles que sólo envenenan tu alma
y que no tienen fundamento.

2.- Honra tus palabras.
Lo que sale de tu boca es lo que eres tú.
Si no honras tus palabras, no te estás honrando a ti mismo; si no te honras a ti mismo, no te amas.
Honrar tus palabras es honrarte a ti mismo, es ser coherente con lo que piensas y con lo que haces.
Eres auténtico. Y te hace respetable ante los demás y ante ti mismo.

3.-Haz siempre lo mejor que puedas.
Si siempre haces lo mejor que puedas,
nunca podrás recriminarte nada o arrepentirte de nada.

4.- No te tomes NADA personal.
Ni la peor ofensa.
Ni el peor desaire.
Ni la más grave herida.

Según la tradición Tolteca,
poniendo en práctica estos cuatro acuerdos tu vida puede cambiar,
siempre y cuando seas impecable con ello.
En la medida que alguien te quiere lastimar,
en esa medida ese alguien se lastima a sí mismo.
Pero el problema es de Él y no tuyo.-

Cuestión de Perspectiva

Era una vez una industria de calzados que desarrolló un proyecto para exportar zapatos a la India. La gerencia de la empresa envía sus dos mejores consultores a puntos diferentes de la India para hacer las primeras observaciones del potencial de compra de aquel futuro mercado. 



Después de algunos días de investigación, uno de los consultores envía el siguiente fax a la gerencia de la industria: 


"Señores, cancelen el proyecto de exportación de zapatos para la India. Aquí nadie usa zapatos". 


Sin saber de ese fax, algunos días después, el segundo consultor manda el siguiente mensaje: 


"Señores, tripliquen el proyecto de exportación de zapatos para la India. Aquí todavía nadie usa zapatos."




MORALEJA DE LA HISTORIA




Como puedes apreciar la misma situación, era un tremendo obstáculo para uno de los consultores y una fantástica oportunidad para el otro consultor. De la misma forma, todo en la vida puede ser visto de diferentes maneras y con enfoques distintos.  El mundo es como un espejo que devuelve a cada persona el reflejo de sus propios pensamientos. La manera como tú enfrentas a la vida, hace TODA la diferencia.
La sabiduría popular nos traduce esta  situación de la siguiente manera:


 "Los tristes sienten que el viento gime; los alegres sienten que nos canta."