lunes, 13 de agosto de 2012

Reflexiones sobre la vida

No culpes a nadie, nunca te quejes de nada ni de nadie,
porque fundamentalmente tú has hecho tu vida.

Acepta la responsabilidad de edificarte a tí mismo,
y el valor de acusarte en el fracaso para volver a empezar otra vez,
corrigiéndote.

Nuca te quejes del ambiente ó de quienes te rodean,
hay quienes en tu mismo ambiente supieron vencer.
Las circunstancias son buenas ó malas según la voluntad ó la fortaleza de tu corazón.

Aprende a convertir toda situación difícil en una arma para luchar.

No te quejes de tu pobreza, de tu soledad ó de tu suerte,
enfréntate con valor y acepta que de una u otra manera son el resultado de tus actos,
y la prueba que has de ganar.

No te amargues de tu propio fracaso, ni se lo cargues a otro,
acéptate ahora ó seguiras justificándote como un niño.

Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar,
y que ninguno es tan terrible para claudicar.

Deja ya de engañarte,
eres la causa de ti mismo,
de tu necesidad, de tu dolor, de tu fracaso.

Si tu has sido el ignorante, el irresponsable,
tú, únicamente tú, nadie pudo haber sido tú.

No olvides nunca, que la causa de tu presencia es tu pasado,
como la causa de tu futuro es tu presente.

Aprende de los fuertes, de los valientes, de los audaces,
imita a los enérgicos, a los vencedores, a quienes no aceptan situaciones,
a quienes vencieron a pesar de todo.

Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo,
y tus problemas sin alimento morirán.

Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande,
que es el más grande de los obstáculos.

Mírate en el espejo del "ti mismo."

Comienza a ser sincero contigo mismo,
reconociéndote por tu valor, por tu voluntad
y por tu debilidad para justificarte.

Recuerda que dentro de ti hay una fuerza que todo puede hacerlo;
reconociéndote a tí mismo más libre y más fuerte,
dejarás de ser un títere de las circunstancias,
porque tú mismo eres tu destino.

Levántate y mira las mañanas, respira la luz del amanecer.
Tú eres parte de la fuerza de la vida.
Despierta, camina, lucha.
Decídete y triunfarás.
No pienses en la suerte posible,
¡la suerte es el pretexto de los fracasados!

En el fondo del Pozo


Anoche soñé que caía en un pozo profundo. Estaba desamparado y sin ayuda, aunque intenté salir por mis propias fuerzas, era en vano pues las paredes del pozo se encontraban mohosas y resbalosas. Felizmente el pozo estaba en un camino vecinal por el que sin duda transitaría alguna persona.

Un optimista pasó y dijo: "Las cosas podrían estar peores".
Un pesimista, a su paso exclamó: "De seguro las cosas se complicarán".
Un moralista se acercó y me dijo: "Te daré un consejo, mi amigo; sí sales de este problema, no vuelvas a meterte en él".
Un budista llegó y dijo: "Si puedes subir hasta donde te alcance, te ayudaré".
Un filósofo, a su turno, exclamó: "Sólo crees que estás en un pozo".
Una persona muy piadosa dijo: "Sólo los malos caen en los pozos".
Un hombre rico, que pasó por allí con su hijo, añadió: "Sólo los cerdos se revuelcan en sus pocilgas".
Un fundamentalista exclamó: "Debes merecerte tu pozo. Dios te castigó por algo malo que hiciste".
Un abogado me propuso: "Demandemos al municipio por daños y perjuicios".
Un psicoanalista, a su vez me dijo: "Échale las culpa a tus padres".
Un sindicalista, al verme allí me dijo: "esta es una oportunidad para organizar una huelga.
Un sacerdote que pasaba por allí, al verme añadió: "Reza y Dios te ayudará".
Un pastor evangélico, a su turno, me dijo: "Con Jesús podrás salir adelante".
Una religiosa, al verme exclamó: "¡pobrecito!, ¿debes estar sufriendo mucho?".
Un político, al verme, lleno de ira, dijo: "¡Es culpa de la ineptitud del gobierno de turno!".
Un oportunista me dijo: "Te saco si me das tu cadena de oro y tu reloj".
Un agente de impuestos preguntó: "¿esta usted pagando impuesto sobre este pozo?
Entonces pasó un pobre mendigo que, al ver mi situación, no dudó en saltar al pozo conmigo. Me hizo subir a sus hombros y me ayudó a salir.




La solidaridad es la mayor grandeza del ser humano. Que no es suficiente con dar consejos, o compadecerse, sino que hay que saltar al pozo de los problemas de nuestros semejantes, en lugar de permanecer a un lado como espectador o supervisor.

miércoles, 20 de junio de 2012

Resolver los conflictos mediante la paz

El conflicto nace principalmente porque no tenemos una relación muy saludable con nosotros mismos y solemos proyectar nuestra lucha interna en los demás. Los conflictos están arraigados en nuestra mentalidad. Somos la causa y la solución a nuestros problemas. La paz exterior depende de que cada uno consiga un mínimo de paz interior. Lo único que tenemos que hacer es permitir que fluya. Algunos consejos prácticos para permitir que nuestra paz fluya en cada situación: • Hay dos maneras de afrontar la turbulencia: en la superficie o en la profundidad. Permítete enfocarte en esas cualidades internas que no cambian con las circunstancias y podrás mantener estabilidad y esto a la vez te ayudará a tener más perspectiva y tomar decisiones más inteligentes ante los mismos hechos y personas. • La gran lección es tener respeto por uno mismo. Vivimos en un mundo dónde nos tiran sal por todos lados y he de comprender que si nos duele es debido a mis heridas que están abiertas. El problema no es la sal, sino las heridas. Es necesario mirarnos hacia dentro para poder entender por qué tal situación nos hace reaccionar en lugar de culpar a los demás por mis heridas. • La propia situación, la gente que influye en la situación, y yo son 3 variables que nos hacen danzar en pensamientos, sentimientos y acciones. Es importante darme cuenta que lo único que puedo manejar es mi actitud. Dejemos de emplear nuestra energía en intentar cambiar a los demás, son expectativas irreales que nos acaban frustrando y nos hacen perder la paz. • En una discusión no se trata tanto de lo que se dice, sino de lo que se comunica. Imagínate un punto en la frente de tu interlocutor y que ese punto es luz y amor. Esta práctica te ayudará mucho a neutralizar tu hostilidad hacia el interlocutor y avanzaréis juntos hacia el acuerdo. • Es esencial hacer pausas para el silencio y la reflexión a fin de permitir que nuestra intuición trabaje. Es la intuición la que encuentra caminos donde la razón se pierde y descubrirás las causas profundas y ocultas del conflicto.

viernes, 15 de junio de 2012

Para reflexionar

Cuenta una historia que dos amigos iban caminando por el desierto. En algún punto del viaje comenzaron a discutir, y uno de ellos le dio una bofetada al otro. Lastimado, pero sin decir nada, escribió en la arena: MI MEJOR AMIGO ME DIO HOY UNA BOFETADA. Siguieron caminando hasta que encontraron un oasis, donde decidieron bañarse. El amigo que había sido abofeteado comenzó a ahogarse, pero su amigo lo salvó. Después de recuperarse, escribió en una piedra: MI MEJOR AMIGO HOY SALVÓ MI VIDA. El amigo que había abofeteado y salvado a su mejor amigo preguntó: Cuando te lastimé escribiste en la arena y ahora lo haces en una piedra. ¿Por qué? El otro amigo le respondió: Cuando alguien nos lastima debemos escribirlo en la arena donde los vientos del perdón puedan borrarlo. Pero cuando alguien hace algo bueno por nosotros, debemos grabarlo en piedra donde ningún viento pueda borrarlo. APRENDE A ESCRIBIR TUS HERIDAS EN LA ARENA Y GRABAR EN PIEDRA TUS VENTURAS. Dicen que toma un minuto encontrar a una persona especial, una hora para apreciarla, un día para amarla, pero una vida entera para olvidarla.

lunes, 11 de junio de 2012

La ilusión y la desilusión

¿Por qué haces tanto por esa persona que ni siquiera te agradece y que no merece tu apoyo? Esta es una pregunta que habitualmente me hacen. Aquí te explico en pocas líneas como mantenerte constantemente feliz, salvo uno que otro momento de aflicción inevitable en la vida terrenal. La fuente de las desilusiones está en la actitud que cada uno de nosotros tenga ante los demás. Si estás esperando que la otra persona te agradezca lo que haces, es muy posible que te desilusiones. Aún cuando la otra persona lo haga, quizás esperes un reconocimiento mayor del que te está dando. Muchas veces el interés en obtener una respuesta puede disfrazarse de muchas maneras. La mente de cada uno acomoda las circunstancias y habitualmente percibe lo que quiere percibir, pero que no corresponde a la realidad. Obsérvate muy sinceramente si al dar no estás esperando algo del otro, aunque sea una sonrisa,un elogio o si buscas que haya un cambio de comportamiento que a ti te conviene o te agrada. La felicidad está en ti mismo, en tu capacidad de enfrentar la vida con una actitud positiva y altruista. Si das algo de ti a otra persona y lo haces sin esperar nada en cambio, siempre estarás bien. Si el otro no agradece, no importa, porque no lo esperabas. Y si lo hace, mejor. Pero si nada esperas, no te ilusionas.No es el otro el que te causa una desilusión, eres tú mismo por haberte ilusionado antes. Cuando damos un premio o recompensa a otra persona, o cuando le manifestamos nuestro agradecimiento o reconocimiento, no debe ser a cambio de lo que hará en el futuro, porque es muy posible que hasta te traicione el día de mañana. Tienes que hacerlo por lo que ha hecho, y no por lo que hará. Cuando hago algo por otra persona, es porque soy feliz sirviendo desinteresadamente. Cuando recompenso a otra persona o cuando le hago un elogio, es por lo que ha sido. No sé lo que será hoy ni menos, lo que sucederá mañana. Pero si mañana toma otra actitud, no me siento desdichado por eso. Mi premio fue por lo que ha sido y de ello no me arrepentiré. Si quieres ser más feliz, no te ilusiones. No esperes nada de los demás. Sé también caluroso en tus elogios y otorga reconocimiento a quien cree que se lo merece... por lo que ha sido hasta ahora.

El arte de combinar el SI con el NO

En 1,888 Mahatma Gandhi fue a inglaterra,donde estudió Derecho. Una vez iba caminando por una calle de Londres y fue sorprendido por un chaparrón de agua,dicen que en ese lugar llueve todos los días;yo nunca he ido allá,pero tengo amigos que sí y ellos me han dicho que eso es verdad. Gandhi empezó a correr para huir de la lluvia y logró refugiarse debajo del alero de un lujoso hotel,ahí se quedó parado mientras pasaba el vendaval.A los pocos minutos apareció una lujosa limosina y de ella salió un magnate inglés,le bajaron las maletas y el carro fue conducido hasta el estacionamiento. - ¡ Oye tú ! Agarrame las maletas! - grito el británico a Gandhi quien no sabia si era con él; miró hacia los lados y hacia atrás para ver a quién se dirigía el magnate -,¡ eh tú, hindú ! - replico el inglés con fuerza -,¡He dicho que me agarres las maletas! Gandhi se dio cuenta de que era con él con quien hablaba el potentado, entonces se acercó a cargarlas.El inglés le órdenó que lo siguiera hasta el cuarto piso;él subió por el asensor y el hindú por las escaleras porque en esa época los hindúes eran considerados menos que los demás.... Una vez que Gandhi dejó las maletas en el sitio indicado,se dispuso a retirarse. - ¡ Mira tú,indio ! Cuánto te debo? - dijo el magnate- - Señor,usted no me debe nada - Gandhi contestó cortésmente. - Cuanto me vas a cobrar por subirme las maletas?- insistió el hombre. -Señor - repitió Gandhi-,yo no voy a cobrarle nada. -Tú trabajas aquí? no? No señor,yo no trabajo aquí;yo estaba en la puerta esperando que dejara de llover para continuar mi camino. -Si tú no trabajas aquí,por qué subistes las maletas? - porque usted me pidió que lo hiciera....y lo hice. -¡ Quién eres tú? ! - Yo soy Mohandas Karamchand Gandhi,estudiante de Derecho en la India. - Bien, bien...entonces, ¿cuánto me vas a cobrar? - Señor ya le dije,no le voy a cobrar nada y nunca pensé en cobrarle dijo Gandi. - Si tú no pensabas cobrarme nada por subirme las maletas - dijo nuevamente el inglés -, entonces por qué me la subistes?! - Señor- expresó el futuro Mahatma - yo le subí las maletas a usted por el inmenso placer que me causa el colaborar con los demás,por eso lo hice,porque para mí servir es un placer.Si, servir es un placer:¡Que inmenso placer! Después de esto,Gandhi nos dejaría este pensamiento: "Todo los placeres y satisfacciones palidecen y se convierten en nada ante el servicio abnegado que se presta con alegría". Amar tambien es un placer. El trabajo no se paga con dinero sino con placer de servir a los demás.El dinero cubre las necesidades,mientras que el servicio a los demás proporciona satisfacción personal.No existe un sueldo en el mundo que sea capaz de pagarte lo que tú estás haciendo,porque el dinero que te dan como salario no es para retribuir tu trabajo sino para que sigas trabajando en lo que estás haciendo. Algunas personas trabajan por placer y por necesidad,hay quienes trabajan por la satisfacción de servir y otras solamente por dinero.El oficio no se paga con dinero y nadie te lo puede remunerar; tú eres el único que te puedes recompesar con la satisfacción de hacer bien las cosas

viernes, 8 de junio de 2012

El poder de las palabras

Las palabras pueden tener un gran impacto y efecto en los demás. Detrás de las palabras hay una intención, una motivación y una energía. Todos estos aspectos parten de nuestra consciencia. Por ejemplo, si detrás de las palabras está la energía de la ira y la frustración, no importa cuánto trate de elegir palabras moderadas o suaves, que camuflen la emoción y la energía, la vibración detrás de las palabras revelará lo que estoy sintiendo. Así que las palabras son un instrumento maravilloso para comunicar y expresar, sin embargo, tengo que cuidar la energía y sentimientos desde los que surgen esas palabras. Si cada palabra tiene buenos deseos e intenciones que surgen de la consciencia espiritual, entonces tales palabras benefician nuestro estado interno. Si las palabras tienen el mínimo porcentaje de celos, criticismo o desagrado, experimentamos una pérdida a través de ellas. Si las palabras no tienen ninguna esencia, van a la cuenta del desperdicio. El método es crear un estado de consciencia en el que nos llenemos internamente de paz, de armonía, de serenidad. Las palabras servirán a los demás cuando sean palabras que inspiran, que motivan, que alientan, que animan, que valoran y aprecian. Tales palabras serán siempre un bálsamo para los demás, nutrirán y fortalecerán las relaciones, llenándolas de confianza y cercanía.