viernes, 17 de agosto de 2012

Vive Mejor


Haz como los pájaros: comienza el día cantando.

La música es alimento para el espíritu.

Canta cualquier cosa, canta desafinando, pero canta.

Cantar dilata los pulmones y abre el alma para todo lo bueno.

Si insistes en no cantar, por lo menos escucha mucha música y dejate llevar por ella.

Ríete de ti mismo. Es el comienzo para ser felíz!


Ríete abiertamente para que todos se puedan contagiar de tu alegría.

No te dejes abatir por los problemas.

Si tratas de convencerte de que estás bien, terminarás convenciéndote de que realmente lo estás, y cuando menos lo pienses te vas a sentir realmente bien.

El buen humor, así como el mal humor, se contagian.

¿Cual de ellos vas a escoger?

Si estás de buen humor, las personas a tu alrededor también lo estarán y lo necesitan, como tú.

Leé libros, leé poesía; la poesía es el arte de aceitar el alma.

Leé novelas, historias de amor, todo lo que reviva tus sentimientos.

Camina, corre, salta... El peso de la cabeza es muy grande, contrabalanceálo con algo!

Y te vas a sentir mejor, más animado, más joven.

Encara tus obligaciones con satisfacción. Es maravilloso disfrutar lo que se hace.

Pon amor en todo lo que está a tu alcance.
Cuando te propongas hacer algo, ¡metete de cabeza!

No dejes escapar las oportunidades, no vuelven.

Ninguna barrera es infranqueable si estás dispuesto a luchar contra ella.

No dejes que tus problemas se acumulen, resuelvelos lo antes posible.

Habla, conversa, explica, discute y perdona: el silencio mata.

Exterioriza todo, deja que las personas sepan que las estimas, que las amas, que las necesitas.

¡AMAR NO ES VERGÜENZA, por el contrario, ES LINDO!

Vuelve a las cosas puras, dedicate a la naturaleza.

Cultiva tu interior y ella hará que brote belleza de todos tus poros.

No seas aburrido(a). Tu puedes! Todos podemos.

Entonces . ¡¡¡Vamos!!! "A Vivir Mejor"

Entrevista de César a Jonathan Tepper

endgame
http://www.youtube.com/watch?v=dbgkB4Gtc4I&feature=related

Jonathan Tepper

http://www.youtube.com/watch?v=-hBEbBQyMgI

lunes, 13 de agosto de 2012

Actitud Mental Positiva


Siempre es un buen momento para conocer qué actitudes puedo adoptar para ser más positivo.
Reconozca que su actitud mental es lo único sobre lo cual usted, y sólo usted tiene un control completo.
Comprenda, y demuéstreselo para su propia satisfacción haciendo que así sea, que toda adversidad, dolor o derrota, sin importar si fue provocada por usted, contiene la semilla de un beneficio equivalente que puede alimentar hasta convertir en una bendición que se eleve por encima del desastre que la creó.
Aprenda a cerrar la puerta de su mente a todos los fracasos del pasado.
Despeje la mente de cualquier influencia que no sustente una actitud mental positiva.
Descubra qué es lo que más desea en la vida, y vaya en pos de ello. Hágalo ahora mismo ayudando a otros a adquirir beneficios similares.
Elija a la persona que, en su opinión, es la mejor persona de todo el mundo, pasado o presente. Conviértala en su figura inspiradora, emúlela de todas las maneras posibles.
Determine qué tipo de recursos necesita, establezca un plan para adquirirlos basados en la idea de no excederse ni quedarse corto.
No piense en pequeño, pero recuerde, la codicia, más que cualquier otra cosa, ha destruido a gente ambiciosa.
Forme el hábito de decir o hacer algo cada día que consiga que alguna otra persona se sienta mejor. Puede hacerlo con una llamada telefónica, una postal o un simple acto de amabilidad. Por ejemplo, si le da a alguien un libro bueno e inspirador, le está regalando a esa persona algo que obrará maravillas en su vida. Una obra buena al día mantendrá alejada la melancolía.
Oblíguese a comprender que lo que le fustiga no es la derrota, sino la actitud mental que mantiene hacia ella.
Entrénese para buscar la semilla del beneficio equivalente que hay en todas las decepciones a las que se enfrente.
Averigüe que es lo que más le gusta hacer, y realícelo como un esfuerzo de amor con el alma y el corazón.
Quizá sencillamente sea un pasatiempo perfecto. Sólo recuerde que una mente ociosa se convierte rápidamente en una mente negativa; se le llama rumiar.
Póngase en contacto con cualquiera a quien sepa que ha ofendido injustamente y ofrezca unas disculpas sinceras.
Solicite el perdón. Cuanto más amarga resulte esta tarea, más liberado se verá de influencias mentales negativas al hacerlo.
Reconozca que el espacio que ocupa en este mundo tiene una proporción exacta con la cantidad y calidad del servicio que ofrece en beneficio de otros, más la actitud mental con que lo realiza.
Rompa malos hábitos.
Absténgase de los vicios de uno en uno durante un mes hasta que se demuestre quién manda. Si necesita ayuda de un consejero o un grupo de apoyo, consígala. No deje que lo domine el orgullo.
Entienda que nadie puede herir sus sentimientos, encolerizarlo o asustarlo sin su plena cooperación y consentimiento. Cierre su mente a cualquiera que desee ejercer una influencia destructiva.
Relacione cada circunstancia de su vida como algo que ha tenido lugar para mejor, ya que puede que su experiencia más triste le aporte su mayor bien si le da una oportunidad al tiempo para que alivie su angustia.
Desvíe cualquier urgencia por controlar a otros. Ahóguela antes de que lo destruya. Canalice esa energía hacia un control de sí mismo.
Ocupe la mente haciendo lo que quiere hacer con el fin de que no le quede tiempo para distraerse con las cosas que no quiere hacer.
Sintonice la mente para atraer las cosas y situaciones que desea expresando en una oración diaria su gratitud por lo que ya tiene.
Niéguese a seguir el consejo de nadie… a menos que esa persona esté dispuesta a proporcionarle pruebas satisfactorias de la sensatez de dicho consejo. Se evitará a los charlatanes, los descaminados y los necios.
Distinga que el poder personal no procede sólo de la posesión de cosas materiales. Mahatma Gandhi condujo a su nación a la libertad sin tener ninguna fortuna.
Fortalezca el hábito de la tolerancia, y mantenga una mente abierta a todas las cosas y a todas las personas sin importar su raza o credo. Aprenda a que la gente le guste tal como es, en vez de exigir que sea como usted desea que sea.
Reconozca que el amor es el mejor remedio para su cuerpo y su alma. El amor cambia toda la química del cuerpo y lo condiciona para la expresión de una actitud mental positiva. También extiende el espacio que usted ocupa en el corazón de otros. La mejor manera de recibir amor es dándolo.
Evite el miedo a la vejez al recordar que nunca nada le es arrebatado sin ser sustituido por algo de igual o mayor valor. Por ejemplo: la juventud se ve reemplazada por la sabiduría.
Confíe en que se pueden hallar soluciones adecuadas para todos sus problemas, pero acepte el hecho de que las soluciones tal ves no sean las que usted quiere.
Dependa de los ejemplos de otros para recordarse que se puede superar cualquier desventaja. Thomas Edison sólo tuvo tres meses de enseñanza escolar formal, sin embargo fue el más grande inventor de todos los tiempos.
Un objetivo preciso principal es más fuerte que cualquier limitación.
Dé la bienvenida a una crítica amistosa en vez de reaccionar negativamente.
Aproveche cualquier oportunidad para aprender cómo le ven los demás, y empléela para hacer un inventario de si mismo y buscar cosas que necesiten mejorarse.
No tema a la crítica, foméntela.
Absténgase de conversaciones negativas, en especial críticas, chismosas o para tirar abajo la reputación de otra gente. Esas actividades condicionan su mente para que piense de manera negativa.
Crea en su capacidad para ser libre y autodeterminante, y lleve esa creencia a la práctica actuando en consonancia. ¡Hágalo ahora!
RECOMENDACIÓN: Lea esta lección una vez por semana durante seis meses. Se instruirá tan exhaustivamente con estos hábitos y condicionantes mentales que su actitud mental se volverá y permanecerá positiva en todo momento.

El mercader y la bolsa


Cierto día un mercader ambulante iba caminando hacia un pueblo. Por el camino encontró una bolsa con 800 dólares. El mercader decidió buscar a la persona que había perdido el dinero para entregárselo pues penso que el dinero pertenecía a alguien que llevaba su misma ruta.
Cuando llego a la ciudad, fue a visitar un amigo.
- ¿Sabes quién ha perdido una gran cantidad de dinero? - le pregunto a éste.
- Sí, sí. Lo perdió Juan, nuestro vecino, que vive en la casa del frente.
El mercader fue a la casa indicada y devolvió la bolsa. Juan era una persona avara y apenas terminó de contar el dinero grito:
- Faltan ¡100 dólares! Esa era la cantidad de dinero que yo iba a dar como recompensa. ¿Como lo has agarrado sin mi permiso? Vete de una vez. Ya no tienes nada que hacer aquí.
El honrado mercader se sintió indignado por la falta de agradecimiento. No quiso pasar por ladrón y fue a ver al juez.
El avaro fue llamado a la corte. Insistió ante el Juez que la bolsa contenía 900 dólares. El mercader aseguraba que eran 800. El juez, que tenia fama de sabio y honrado, no tardó en decidir el caso. Le pregunto al avaro:

- Tu dices que la bolsa contenía 900 dólares ¿verdad?
- Si, señor, respondió Juan.
- Tu dices que la bolsa contenía 800 dólares - le preguntó el juez al mercader.
- Si, señor.
- Pues bien - dijo el juez - considero que ambos son personas honradas e incapaces de mentir. A ti porque has devuelto la bolsa con el dinero, pudiéndote quedar con ella. A Juan porque lo conozco desde hace tiempo. Esta bolsa de dinero no es la de Juan; aquella contenía 900 dólares. Esta solo tiene 800. Así pues, quédate tu con ella hasta que aparezca su dueño. Y tú, Juan, espera que alguien te devuelva la tuya.

Reflexiones sobre la vida

No culpes a nadie, nunca te quejes de nada ni de nadie,
porque fundamentalmente tú has hecho tu vida.

Acepta la responsabilidad de edificarte a tí mismo,
y el valor de acusarte en el fracaso para volver a empezar otra vez,
corrigiéndote.

Nuca te quejes del ambiente ó de quienes te rodean,
hay quienes en tu mismo ambiente supieron vencer.
Las circunstancias son buenas ó malas según la voluntad ó la fortaleza de tu corazón.

Aprende a convertir toda situación difícil en una arma para luchar.

No te quejes de tu pobreza, de tu soledad ó de tu suerte,
enfréntate con valor y acepta que de una u otra manera son el resultado de tus actos,
y la prueba que has de ganar.

No te amargues de tu propio fracaso, ni se lo cargues a otro,
acéptate ahora ó seguiras justificándote como un niño.

Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar,
y que ninguno es tan terrible para claudicar.

Deja ya de engañarte,
eres la causa de ti mismo,
de tu necesidad, de tu dolor, de tu fracaso.

Si tu has sido el ignorante, el irresponsable,
tú, únicamente tú, nadie pudo haber sido tú.

No olvides nunca, que la causa de tu presencia es tu pasado,
como la causa de tu futuro es tu presente.

Aprende de los fuertes, de los valientes, de los audaces,
imita a los enérgicos, a los vencedores, a quienes no aceptan situaciones,
a quienes vencieron a pesar de todo.

Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo,
y tus problemas sin alimento morirán.

Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande,
que es el más grande de los obstáculos.

Mírate en el espejo del "ti mismo."

Comienza a ser sincero contigo mismo,
reconociéndote por tu valor, por tu voluntad
y por tu debilidad para justificarte.

Recuerda que dentro de ti hay una fuerza que todo puede hacerlo;
reconociéndote a tí mismo más libre y más fuerte,
dejarás de ser un títere de las circunstancias,
porque tú mismo eres tu destino.

Levántate y mira las mañanas, respira la luz del amanecer.
Tú eres parte de la fuerza de la vida.
Despierta, camina, lucha.
Decídete y triunfarás.
No pienses en la suerte posible,
¡la suerte es el pretexto de los fracasados!

En el fondo del Pozo


Anoche soñé que caía en un pozo profundo. Estaba desamparado y sin ayuda, aunque intenté salir por mis propias fuerzas, era en vano pues las paredes del pozo se encontraban mohosas y resbalosas. Felizmente el pozo estaba en un camino vecinal por el que sin duda transitaría alguna persona.

Un optimista pasó y dijo: "Las cosas podrían estar peores".
Un pesimista, a su paso exclamó: "De seguro las cosas se complicarán".
Un moralista se acercó y me dijo: "Te daré un consejo, mi amigo; sí sales de este problema, no vuelvas a meterte en él".
Un budista llegó y dijo: "Si puedes subir hasta donde te alcance, te ayudaré".
Un filósofo, a su turno, exclamó: "Sólo crees que estás en un pozo".
Una persona muy piadosa dijo: "Sólo los malos caen en los pozos".
Un hombre rico, que pasó por allí con su hijo, añadió: "Sólo los cerdos se revuelcan en sus pocilgas".
Un fundamentalista exclamó: "Debes merecerte tu pozo. Dios te castigó por algo malo que hiciste".
Un abogado me propuso: "Demandemos al municipio por daños y perjuicios".
Un psicoanalista, a su vez me dijo: "Échale las culpa a tus padres".
Un sindicalista, al verme allí me dijo: "esta es una oportunidad para organizar una huelga.
Un sacerdote que pasaba por allí, al verme añadió: "Reza y Dios te ayudará".
Un pastor evangélico, a su turno, me dijo: "Con Jesús podrás salir adelante".
Una religiosa, al verme exclamó: "¡pobrecito!, ¿debes estar sufriendo mucho?".
Un político, al verme, lleno de ira, dijo: "¡Es culpa de la ineptitud del gobierno de turno!".
Un oportunista me dijo: "Te saco si me das tu cadena de oro y tu reloj".
Un agente de impuestos preguntó: "¿esta usted pagando impuesto sobre este pozo?
Entonces pasó un pobre mendigo que, al ver mi situación, no dudó en saltar al pozo conmigo. Me hizo subir a sus hombros y me ayudó a salir.




La solidaridad es la mayor grandeza del ser humano. Que no es suficiente con dar consejos, o compadecerse, sino que hay que saltar al pozo de los problemas de nuestros semejantes, en lugar de permanecer a un lado como espectador o supervisor.