Comparto estos documentos recopilados de una gran lista, que pueden ayudarnos y sernos útiles, quiero agradecer a Daniel Rincon Prada, Graciela Aguilar, Graciela E. Prepelitchi,Mónica Uribe López, Romeo Rios, Carmen Rupérez Pérez y mucha gente que ha estado en la sombra alimentando nuevacreative con un gran aporte de historias valiosas e interesantes que nos permiten reflexionar, evolucionar y mejorar cada día un poco más.
miércoles, 25 de abril de 2012
LOS CUATRO ACUERDOS DE LA SABIDURÍA TOLTECA
1.- No supongas.
No des nada por supuesto.
Si tienes duda, aclárala.
Si sospechas, pregunta.
Suponer te hace inventar historias increíbles que sólo envenenan tu alma
y que no tienen fundamento.
2.- Honra tus palabras.
Lo que sale de tu boca es lo que eres tú.
Si no honras tus palabras, no te estás honrando a ti mismo; si no te honras a ti mismo, no te amas.
Honrar tus palabras es honrarte a ti mismo, es ser coherente con lo que piensas y con lo que haces.
Eres auténtico. Y te hace respetable ante los demás y ante ti mismo.
3.-Haz siempre lo mejor que puedas.
Si siempre haces lo mejor que puedas,
nunca podrás recriminarte nada o arrepentirte de nada.
4.- No te tomes NADA personal.
Ni la peor ofensa.
Ni el peor desaire.
Ni la más grave herida.
Según la tradición Tolteca,
poniendo en práctica estos cuatro acuerdos tu vida puede cambiar,
siempre y cuando seas impecable con ello.
En la medida que alguien te quiere lastimar,
en esa medida ese alguien se lastima a sí mismo.
Pero el problema es de Él y no tuyo.-
jueves, 12 de abril de 2012
Las 18 leyes del Dalai Lama.
1. Ten en cuenta que tanto los grandes amores como los grandes logros implican grandes riesgos.
2. Cuando pierdas, no te pierdas la lección.
3. Sigue las tres Rs: Respeto por ti mismo; Respeto por los demás; Responsabilidad por todas tus acciones
4. Recuerda que no conseguir lo que quieres es a veces un gran golpe de suerte.
5. Aprende las normas para saber cómo romperlas debidamente.
6. No dejes que una pequeña disputa dañe una gran amistad.
7. Cuando te des cuenta de que has cometido un error, da los pasos necesarios para corregirlo de forma inmediata.
8. Pasa tiempo a solas cada día.
9. Abre los brazos al cambio, pero no sueltes tus valores.
10. Recuerda que el silencio es a veces la mejor respuesta.
11. Vive una vida buena y honrada. Cuando te hagas mayor y eches la vista atrás, podrás disfrutarla por segunda vez.
12. Un ambiente amoroso en tu hogar es la base para tu vida.
13. En desacuerdos con tus seres queridos, aborda sólo la situación actual. No remuevas el pasado.
14. Comparte tus conocimientos. Es una forma de alcanzar la inmortalidad.
15. Sé amable con la tierra.
16. Una vez al año, visita algún lugar en el que nunca estuviste.
17. Recuerda que la mejor relación es aquella en la que el amor por el otro supera a la necesidad del otro.
18. Mide tu éxito en base a lo que tuviste que renunciar para conseguirlo.
2. Cuando pierdas, no te pierdas la lección.
3. Sigue las tres Rs: Respeto por ti mismo; Respeto por los demás; Responsabilidad por todas tus acciones
4. Recuerda que no conseguir lo que quieres es a veces un gran golpe de suerte.
5. Aprende las normas para saber cómo romperlas debidamente.
6. No dejes que una pequeña disputa dañe una gran amistad.
7. Cuando te des cuenta de que has cometido un error, da los pasos necesarios para corregirlo de forma inmediata.
8. Pasa tiempo a solas cada día.
9. Abre los brazos al cambio, pero no sueltes tus valores.
10. Recuerda que el silencio es a veces la mejor respuesta.
11. Vive una vida buena y honrada. Cuando te hagas mayor y eches la vista atrás, podrás disfrutarla por segunda vez.
12. Un ambiente amoroso en tu hogar es la base para tu vida.
13. En desacuerdos con tus seres queridos, aborda sólo la situación actual. No remuevas el pasado.
14. Comparte tus conocimientos. Es una forma de alcanzar la inmortalidad.
15. Sé amable con la tierra.
16. Una vez al año, visita algún lugar en el que nunca estuviste.
17. Recuerda que la mejor relación es aquella en la que el amor por el otro supera a la necesidad del otro.
18. Mide tu éxito en base a lo que tuviste que renunciar para conseguirlo.
miércoles, 28 de marzo de 2012
La magia de la fe
Todavía no tengo edad para jugar al béisbol ni al fútbol. Mamá me dijo que cuando empiece a jugar al béisbol, no podré correr tan rápido como los demás, porque me operaron. Le dije a mamá que no necesitaré correr especialmente rápido. Cuando juegue al béisbol golpearé las bolas tan fuerte que saldrán del estadio. Entonces me bastará con caminar.
Edward J. McGrath, Jr.
An Exceptional View of Life
Edward J. McGrath, Jr.
An Exceptional View of Life
miércoles, 21 de marzo de 2012
SE DESPIDE UN GENIO
“Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera”
Posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.
Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz.
Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen.
A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.
A un niño le daría alas, pero le dejaría que él sólo aprendiese a volar.
Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres…., He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada.
He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.
Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrá de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo. Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas.
Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo, te diría “Te Quiero” y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.
Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.
El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo.
Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles, “lo siento”, “perdóname” “por favor” “gracias” y todas las palabras de amor que conoces.
Gabriel García Márquez
Posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.
Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz.
Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen.
A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.
A un niño le daría alas, pero le dejaría que él sólo aprendiese a volar.
Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres…., He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada.
He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.
Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrá de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo. Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas.
Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo, te diría “Te Quiero” y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.
Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.
El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo.
Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles, “lo siento”, “perdóname” “por favor” “gracias” y todas las palabras de amor que conoces.
Gabriel García Márquez
miércoles, 22 de febrero de 2012
Lo que eres es tan importante como lo que haces
La clase de persona que eres habla en voz tan alta que no me deja oír lo que dices.
(Ralph Waldo Emerson)
Era una soleada tarde de sábado en Oklahoma y Bobby Lewis, mi amigo y un padre orgulloso, llevó a sus dos niños a jugar al minigolf. Se dirigió a la taquilla y preguntó al empleado cuánto costaba la entrada.
—Tres dólares para usted y lo mismo para cada niño mayor de seis años. Hasta los seis tienen entrada libre. ¿Qué edad tienen? —respondió el muchacho.
—El abogado tiene tres y el médico, siete —contestó Bobby—, o sea que le debo a usted seis dólares.
—Oiga, señor —le dijo el muchacho de la taquilla—, ¿le ha tocado la lotería o qué? Podría haberse ahorrado tres dólares sólo con decirme que el mayor tiene seis. Yo no me hubiera dado cuenta de la diferencia.
—Es probable que usted no se hubiera dado cuenta —asintió Bobby—, pero los niños sí.
Como decía Ralph Waldo Emerson, «la clase de persona que eres habla en voz tan alta que no me deja oír lo que dices». En tiempos tan difíciles como éstos, en los que la ética es más importante que nunca, asegúrate de que estás dando un buen ejemplo a todos los que trabajan y viven contigo.
(Ralph Waldo Emerson)
Era una soleada tarde de sábado en Oklahoma y Bobby Lewis, mi amigo y un padre orgulloso, llevó a sus dos niños a jugar al minigolf. Se dirigió a la taquilla y preguntó al empleado cuánto costaba la entrada.
—Tres dólares para usted y lo mismo para cada niño mayor de seis años. Hasta los seis tienen entrada libre. ¿Qué edad tienen? —respondió el muchacho.
—El abogado tiene tres y el médico, siete —contestó Bobby—, o sea que le debo a usted seis dólares.
—Oiga, señor —le dijo el muchacho de la taquilla—, ¿le ha tocado la lotería o qué? Podría haberse ahorrado tres dólares sólo con decirme que el mayor tiene seis. Yo no me hubiera dado cuenta de la diferencia.
—Es probable que usted no se hubiera dado cuenta —asintió Bobby—, pero los niños sí.
Como decía Ralph Waldo Emerson, «la clase de persona que eres habla en voz tan alta que no me deja oír lo que dices». En tiempos tan difíciles como éstos, en los que la ética es más importante que nunca, asegúrate de que estás dando un buen ejemplo a todos los que trabajan y viven contigo.
jueves, 16 de febrero de 2012
El poder de la actitud
Luis Siempre estaba de buen humor y siempre tenia algo positivo que decir. Cuando alguien le preguntaba como le iba, él respondía: "Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo".
Era un gerente único porque tenia varias meseras que lo habían seguido de restaurante en restaurante. La razón por la que las meseras seguían a Luis era por su actitud. Él era un motivador natural: Si un empleado tenia un mal día, Luis estaba ahí para decirle al empleado como ver el lado positivo de la situación.
Ver este estilo realmente me causo curiosidad, así que un día fui a buscar a Luis y le pregunte: "No lo entiendo... no es posible ser una persona positiva todo el tiempo, ¿cómo lo haces?" Luis respondió: "Cada mañana me despierto y me digo a mí mismo, Luis, tienes dos opciones hoy: Puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de malhumor. Escojo estar de buen humor". "Cada vez que sucede algo malo puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello. Escojo aprender de ello". "Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida. Escojo enseñarle el lado positivo de la vida".
"Si claro pero no es tan fácil (proteste)". "Si lo es", dijo Luis. "Todo en La vida es acerca de elecciones. Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección. Tu eliges como reaccionas a cada situación, tu eliges como la gente afectara tu estado de animo, tu eliges estar de buen humor o mal humor". En resumen: "TU ELIGES COMO VIVIR LA VIDA".
Reflexione en lo que Luis me dijo. Poco tiempo después, deje la Industria de restaurantes para iniciar mi propio negocio. Perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en Luis cuando tenia que hacer una elección en la vida en vez de reaccionar a ella.
Varios años mas tarde, me entere que Luis hizo algo que nunca debe hacerse
en un negocio de restaurante: Dejo la puerta de atrás abierta una mañana y fue asaltado por 3 ladrones armados. Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano temblando por el nerviosismo, resbalo de la perilla de combinación. Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon.
Con mucha suerte, Luis fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una clínica. Después de 18 horas de cirugía y semanas de terapia intensiva, Luis fue dado de alta aun con fragmentos de bala en su cuerpo.
Me encontré con Luis seis meses después del accidente y cuando le pregunte como estaba, me respondió: "Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo". Le pregunté que paso por su mente en el momento del asalto. Contesto: "Lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás. Cuando estaba tirado en el piso recordé que tenia 2 opciones. Podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir".
"¿No, sentiste miedo?", le pregunté. Luis continuo - "Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones de las caras de los médicos y enfermeras, realmente me asuste... podía leer en sus ojos: es hombre muerto. Supe entonces que debía tomar una decisión." "¿Que hiciste?", pregunté. "Bueno... uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo y respirando profundo grite: "Sí, a las balas". Mientras reían les dije: "Estoy escogiendo vivir... opérenme como si estuviera vivo, no muerto".
Luis vivió por la maestría de los médicos, pero sobre todo por su asombrosa actitud. Aprendí de que cada día tenemos la elección de vivir plenamente.
La ACTITUD, al final, define el horizonte.
Era un gerente único porque tenia varias meseras que lo habían seguido de restaurante en restaurante. La razón por la que las meseras seguían a Luis era por su actitud. Él era un motivador natural: Si un empleado tenia un mal día, Luis estaba ahí para decirle al empleado como ver el lado positivo de la situación.
Ver este estilo realmente me causo curiosidad, así que un día fui a buscar a Luis y le pregunte: "No lo entiendo... no es posible ser una persona positiva todo el tiempo, ¿cómo lo haces?" Luis respondió: "Cada mañana me despierto y me digo a mí mismo, Luis, tienes dos opciones hoy: Puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de malhumor. Escojo estar de buen humor". "Cada vez que sucede algo malo puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello. Escojo aprender de ello". "Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida. Escojo enseñarle el lado positivo de la vida".
"Si claro pero no es tan fácil (proteste)". "Si lo es", dijo Luis. "Todo en La vida es acerca de elecciones. Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección. Tu eliges como reaccionas a cada situación, tu eliges como la gente afectara tu estado de animo, tu eliges estar de buen humor o mal humor". En resumen: "TU ELIGES COMO VIVIR LA VIDA".
Reflexione en lo que Luis me dijo. Poco tiempo después, deje la Industria de restaurantes para iniciar mi propio negocio. Perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en Luis cuando tenia que hacer una elección en la vida en vez de reaccionar a ella.
Varios años mas tarde, me entere que Luis hizo algo que nunca debe hacerse
en un negocio de restaurante: Dejo la puerta de atrás abierta una mañana y fue asaltado por 3 ladrones armados. Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano temblando por el nerviosismo, resbalo de la perilla de combinación. Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon.
Con mucha suerte, Luis fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una clínica. Después de 18 horas de cirugía y semanas de terapia intensiva, Luis fue dado de alta aun con fragmentos de bala en su cuerpo.
Me encontré con Luis seis meses después del accidente y cuando le pregunte como estaba, me respondió: "Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo". Le pregunté que paso por su mente en el momento del asalto. Contesto: "Lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás. Cuando estaba tirado en el piso recordé que tenia 2 opciones. Podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir".
"¿No, sentiste miedo?", le pregunté. Luis continuo - "Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones de las caras de los médicos y enfermeras, realmente me asuste... podía leer en sus ojos: es hombre muerto. Supe entonces que debía tomar una decisión." "¿Que hiciste?", pregunté. "Bueno... uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo y respirando profundo grite: "Sí, a las balas". Mientras reían les dije: "Estoy escogiendo vivir... opérenme como si estuviera vivo, no muerto".
Luis vivió por la maestría de los médicos, pero sobre todo por su asombrosa actitud. Aprendí de que cada día tenemos la elección de vivir plenamente.
La ACTITUD, al final, define el horizonte.
jueves, 9 de febrero de 2012
Se venden cachorros
El propietario de una tienda estaba colgando sobre la puerta un cartel que anunciaba: «Venta de cachorros». Ese tipo de anuncios tienen la virtud de llamar la atención de los niños y no tardó en aparecer un niñito bajo el cartel.
—¿A cuánto vende usted los cachorros? —preguntó.
—Entre treinta y cincuenta dólares —respondió el dueño de la tienda.
El pequeño rebuscó en sus bolsillos y sacó algunas monedas.
—Sólo tengo dos dólares y treinta y siete centavos —anunció—. ¿Puedo verlos, por favor?
El dueño sonrió, emitió un silbido y de la perrera salió Lady, que se acercó corriendo por el pasillo de la tienda seguida por cinco minúsculas bolitas de pelo. Uno de los cachorros seguía a los demás con dificultades. Inmediatamente, el niño se fijó en el perrito lisiado que cojeaba y preguntó:
—¿Qué le pasa a ese perrito?
El dueño de la tienda le explicó que el veterinario, al examinarlo, había descubierto que al cachorrito le faltaba la fosa de articulación de la cadera.
—Pues ése es el cachorrito que quiero comprar —exclamó el niño, entusiasmado.
—No creo que quieras comprarlo —objetó el dueño de la tienda—, pero si realmente lo quieres, te lo regalo.
El chiquillo se ofendió mucho; miró a los ojos al dueño de la tienda, apuntándole con un dedo, y declaró:
—No quiero que me lo regale. Ese perrito vale tanto como cualquiera y le pagaré a usted lo que valga. Es más, ahora le daré todo lo que tengo y le iré pagando cincuenta centavos cada mes hasta completar su precio.
—En realidad, no creo que quieras comprar el perrito —replicó el hombre—. Nunca podrá correr y saltar y jugar contigo como los demás cachorritos.
Al oír estas palabras, el chiquillo se inclinó para levantarse la pernera del pantalón, mostrando una pierna gravemente deformada que se apoyaba en una ortopedia. Levantó los ojos hacia el propietario de la tienda y respondió en voz baja:
—Bueno, yo tampoco soy muy buen corredor y el cachorro necesitará a alguien que lo entienda.
—¿A cuánto vende usted los cachorros? —preguntó.
—Entre treinta y cincuenta dólares —respondió el dueño de la tienda.
El pequeño rebuscó en sus bolsillos y sacó algunas monedas.
—Sólo tengo dos dólares y treinta y siete centavos —anunció—. ¿Puedo verlos, por favor?
El dueño sonrió, emitió un silbido y de la perrera salió Lady, que se acercó corriendo por el pasillo de la tienda seguida por cinco minúsculas bolitas de pelo. Uno de los cachorros seguía a los demás con dificultades. Inmediatamente, el niño se fijó en el perrito lisiado que cojeaba y preguntó:
—¿Qué le pasa a ese perrito?
El dueño de la tienda le explicó que el veterinario, al examinarlo, había descubierto que al cachorrito le faltaba la fosa de articulación de la cadera.
—Pues ése es el cachorrito que quiero comprar —exclamó el niño, entusiasmado.
—No creo que quieras comprarlo —objetó el dueño de la tienda—, pero si realmente lo quieres, te lo regalo.
El chiquillo se ofendió mucho; miró a los ojos al dueño de la tienda, apuntándole con un dedo, y declaró:
—No quiero que me lo regale. Ese perrito vale tanto como cualquiera y le pagaré a usted lo que valga. Es más, ahora le daré todo lo que tengo y le iré pagando cincuenta centavos cada mes hasta completar su precio.
—En realidad, no creo que quieras comprar el perrito —replicó el hombre—. Nunca podrá correr y saltar y jugar contigo como los demás cachorritos.
Al oír estas palabras, el chiquillo se inclinó para levantarse la pernera del pantalón, mostrando una pierna gravemente deformada que se apoyaba en una ortopedia. Levantó los ojos hacia el propietario de la tienda y respondió en voz baja:
—Bueno, yo tampoco soy muy buen corredor y el cachorro necesitará a alguien que lo entienda.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)