RESTRICCION
El Maestro se mostraba extraordinariamente afable con los catedráticos de universidad que acudían a visitarle, pero nunca respondía a sus preguntas ni se dejaba enredar en sus especulaciones teológicas.
A los discipulos, que se maravillaban de ello, les dijo:
"¿Puede uno hablarle del océano a una rana que habita en un pozo o hablar de lo divino a una gente que se encuentra encajonada en sus propios conceptos?
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