Nosotros realizamos acuerdos todos los días. Algunos parecen pequeños e insignificantes: convenir una hora para encontrarse, prometer ejecutar un mandado, etc... Otros, se perciben como más grandes y más importantes:
sellar un contrato, firmar para un crédito, etc... Pero todos ellos son importantes. Porque ésta es la manera en que la confianza se gana. La reputación de una persona se construye sobre su habilidad para hacer y mantener acuerdos.
Los siguientes siete puntos le ayudarán a ser una persona con la que se puede contar:
1. Tome todos los acuerdos en serio: cuando usted acuerda hacer algo, hágalo. Y hágalo cuando usted dijo que lo haría y de la manera en que usted acordó hacerlo. Cuando usted acuerda encontrarse con alguien, asegúrese de estar allí y a tiempo. Los acuerdos con usted mismo también cuentan. Si se prometió hacer gimnasia hoy, mantenga su promesa. Desarrolle el hábito de mantener sus acuerdos.
2. Sea cuidadoso con lo que acuerda: no dé su palabra a la ligera.
Muchas personas encuentran más fácil decir sí que no. Pero es mucho mejor mantener cierta reserva con lo que aceptamos hacer, ya que de lo contrario podríamos estar sobre-comprometidos y así, ser incapaces de realizar lo que dijimos.
3. Registre sus acuerdos: en el transcurso de la semana podemos hacer docenas de acuerdos. Debemos tener alguna manera de registrar estas promesas (un sistema de seguimiento propio) por escrito. Anótelas. Usted puede tener grandes intenciones, pero si se olvida de hacer lo que acordó hacer, el resultado será el mismo que si eligiera romper el acuerdo.
4. Asegúrese de que sus acuerdos estén claros: con un acuerdo escrito usted tiene algo. Con un acuerdo verbal no tiene más que aire.
Siempre es mejor tener un acuerdo por escrito, aunque sea simplemente una carta o nota de entendimiento. Es mucho más fácil después dirimir cualquier confusión, si estaba escrito. Así nadie tiene que confiar en su memoria.
5. Tenga cuidado con quién hace acuerdos: hay un viejo adagio que dice algo así: "Estáfeme una vez y la vergüenza será suya; estáfeme dos veces y será mía". Si hace acuerdos con personas, cuya historia demuestra que no mantienen acuerdos, usted está preparando el camino para la desilusión.
6. Renegocie cuando no pueda mantener un acuerdo: cuando no sea capaz de completar un acuerdo, siempre vaya con la otra parte -o partes- y renegocie. Puede ser incómodo, pero mantendrá su integridad y tendrá mucha más "clase" que ignorar o no solucionar el problema.
7. Condúzcase por acuerdos: en lugar de decirle simplemente a alguien que haga algo, pregúntele si aceptaría hacerlo de esa manera y por un cierto tiempo. Si pedimos a alguien hacer algo, seguramente lo hará porque le dijeron que lo hiciera, pero si le preguntamos y obtenemos su acuerdo, tendremos más chances de que sea realizado. Usando este método, usted averiguará también si su pedido fue claramente comprendido.
Prestando mucha atención a los acuerdos que hacemos, registrándolos y desarrollando el hábito de mantenerlos, nos volvemos personas íntegras. Su vida (y las de aquellos a su alrededor) funcionará mejor cuando los acuerdos sean cuidadosamente realizados y diligentemente mantenidos. Tenga algo por
seguro: la calidad de su vida está en directa relación con la calidad de sus acuerdos.
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